sábado, 16 de diciembre de 2017

¿POR QUÉ NO TRIUNFA EL NACIONALISMO ESPAÑOL PROGRESISTA?



En los últimos tiempos vemos como desde la izquierda se acusa al “procés” catalán de haber provocado el resurgimiento del nacionalismo español o incluso del fascismo. Aparte de parecerme una acusación falsa (el españolismo resurge con Aznar y es precisamente este resurgimiento lo que genera el intento de blindar los estatutos vasco y catalán; de eso ya he escrito antes) es injusta (la reivindicación se hace por ser legítima, y no se deja de hacer por miedo a la reacción).

En 2001 se instala en Madrid una bandera de casi 300 m2 por iniciativa de Aznar. Había comenzado ya el "proceso", el proceso recentralizador españolista identitario, que parece ser que ha calado en la mayoría de la población española. Foto procedente de www.abc.es, que titulaba en 2013 el artículo: "En la Plaza de Colón ondea el mayor orgullo de España". Sin comentarios.
Pero creo que el debate correcto no es si el procés ha impulsado el nacionalismo español, sino ¿por qué ha resurgido el españolismo identitario y conservador, y no el progresista y democrático? De hecho, podemos plantearnos esta misma pregunta en relación a la historia de España desde, al menos, 1868, cuando el republicanismo federal triunfó en Cataluña y no en el resto de España.


Desde que parte de la población francesa se autoconstituyó como nación en 1789 existe un modelo de nacionalismo progresista y democrático. La voluntad de pertenecer y participar eran los requisitos para formar parte del colectivo nacional, y el modelo político se basaba en los principios de la Ilustración, especialmente en el principio del contrato social.


El nacionalismo progresista fue una de las principales fuerzas políticas durante el siglo XIX en Europa. Pero también surgió otro nacionalismo, basado en la etnicidad, identitario y racista, y fue sustituyendo gradualmente, nunca del todo, a la religión como ingrediente principal en la ideología de la clase dominante para seguir dominando a la clase trabajadora.


El regeneracionismo fue una forma de españolismo progresista. El republicanismo también, y el antifranquismo. En los tres movimientos, entre los que hay una vinculación evidente, había un proyecto político democrático para España, y en ellos participó el catalanismo, incluso en bastantes momentos el catalanismo conservador.


Y, últimamente, el 15-M ha sido la última expresión de estos intentos de constitución de la población española en nación activa, de regeneración democrática. Incluso su centro neurálgico fue Madrid, lo que no es habitual en relación al liderazgo de las movilizaciones progresistas.


Pero todos estos intentos de articular un movimiento nacionalista español progresista han fracasado. En una infame escena de la película “Ocho apellidos catalanes”, dos amigos andaluces del protagonista dan con un bar donde se tienen que esconder los que se sienten españoles en el pueblo donde transcurre la historia. Y cuando entran dicen a modo de contraseña: “Viva España, viva el rey, viva el orden y la ley”. ¿Por qué la contraseña españolista no es “Viva España, viva la revolución, viva la república y la subversión”?

Todas las manifestaciones españolistas en Cataluña (Barcelona, Mataró, Sabadell, Manresa....) han acabado con agresiones por parte de algún grupo de manifestantes a transeuntes, mossos, etc. Ni la Fiscalía, ni el gobierno de M. Rajoy o la Generalitat intervenida han hecho nada para investigar los hechos, detener a los agresores, etc. a pesar de que son muy conocidos militantes de ultraderecha.
¿Es posible hoy un españolismo que expulse a los fascistas de sus manifestaciones? ¿Es posible hoy un nacionalismo español que acepte que la pertenencia a España de un colectivo (los habitantes de Lanzarote,  El Bierzo o Cataluña) dependa de su voluntad libremente expresada? En teoría, sí. De hecho, una opción política, Izquierda Unida, lo lleva postulando hace años y ahora Unidos Podemos. Como máximo se han aproximado a un 20% de los votos (algunos más si incluímos los de Compromís-Podemos-EUPV). 
 
¿Por qué ha triunfado el otro, el esencialista y conservador, el de Ciudadanos o el PP y que apoya el PSOE? Supongo que en parte por las mismas razones que lo está haciendo en el resto de países desarrollados: Trump en Estados Unidos, Orbán en Hungría, etc... Parte de la población de las capas medias y bajas se agarra con desesperación a la nacionalidad del Estado al que pertenece para asegurarse un medio de subsistencia frente a la incertidumbre de la globalización y las migraciones intercontinentales.

El bloque del 155, con los españolistas identitarios. Los que lo reconocen abiertamente y el PSC-PSOE, que llevan 40 años diciendo una cosa y haciendo lo contrario (y tampoco les ha ido tan mal). Foto procedente de www.elindependiente.com.

Supongo que triunfa el españolismo identitario porque la propaganda contra cualquier movimiento político democrático es eficaz. Los medios se emplean a fondo contra la concepción de España como un conjunto de personas que quieren vivir en el mismo país y que quieren decidir como quieren vivir en ese país. 


En cualquier caso, me cuesta entender por qué razones una persona que no sea ultra o de la oligarquía y que quiera que Cataluña siga dentro de España no pueda aceptar que la mejor manera es un pacto confederal. Cualquier otra solución, además de injusta (y probablemente antidemocrática y que acabarà por perjudicar a toda España), es inútil, y solo perpetuará un proceso que empezó en 1640


El españolismo republicano y democrático, en el que se acepta que haya colectivos que quieran autodeterminarse, el de Unidos-Podemos y Catalunya en Comú, es posible. La mayoría de la población española, sin embargo, opta por la España del PP-C’s-PSOE, la de la represión a la gente que vota, la de los presos políticos, la del 155. Y empieza a ser desesperante esperarlo.


viernes, 1 de diciembre de 2017

PESTA, CÒLERA, PALUDISME... LES MALALTIES INFECCIOSES A L’HOSPITALET


Les malalties infeccioses són aquelles que són provocades per microbis i que són contagioses. Durant segles i segles han estat la principal causa de mortalitat de la humanitat, ja que ni tan sols es coneixia l'existència dels microorganismes que les provocaven.

De mica en mica, a partir de la Revolució científica del segle XVII, es van posar les bases de la medicina moderna. A hores d’ara coneixem els bacteris, virus, fongs, etc, que causen la majoria de les malalties infeccioses i sabem com s’han de combatre. Tanmateix, els microorganismes patògens muten, apareixen de nous... Sense poder ser exhaustiu, aquí tenim les principals malalties infeccioses de la història local.

La pesta

La malaltia infecciosa més terrible de la història ha estat la pesta. La gran pandèmia que va assolar Europa (i d’altres territoris d'Àsia i Àfrica) entre 1347 i 1352 va matar al voltant d'una tercera part de la població. A la zona de Barcelona sembla que va arribar a bord d'un vaixell genovès, el maig de 1348.

A partir d'aquell moment, la pesta va “visitar” Barcelona i rodalies amb diferents intensitats i modalitats els anys 1362, 1371, 1374, 1381, 1396, 1410, 1429, 1439, 1448, 1457, 1465, 1475, 1483, 1489, 1494, 1497, 1501, 1507, 1515, 1519, 1530, 1558, 1564, 1580, 1589 i 1651.[i] Ben bé podem dir que entre 1348 i 1530 la pesta fou endèmica a Catalunya, i que al llarg de la segona meitat del XVI i durant el XVII va afectar poques vegades, però de forma molt dura.

Com podem veure en aquest goig, al Carrer de l'Hospital de Barcelona es venerava la Mare de Déu de Bellvitge, que era considerada una "advocada contra la peste".
 
Malauradament no tenim dades de les mortalitats provocades per la pesta a l'Hospitalet perquè conservem molt pocs registres parroquials. A les ciutats era més alta que als pobles, però en una vila com l’Hospitalet, propera a una ciutat...?

Per protegir-se d'aquesta malura hom demanava la protecció sobrenatural, sobretot de Sant Roc, a qui s'atribuïen especials virtuts preventives i terapèutiques. L'any 1587 un contagi procedent del Gironès no va arribar al Barcelonès, fet que es va atribuir a la intercessió del sant.

Sant Roc fou nomenat copatró de l'Hospitalet i la important colònia d'immigrants occitans del poble va crear la confraria de Sant Roc l'any 1587,  a qui de seguida van haver de tornar a demanar protecció quan la gran epidèmia de 1589[ii], en aquesta ocasió sense èxit.

Una de les pintures del Retaule de Sant Roc, atribuït a Jaume Huguet I, per l'església parroquial de l'Hospitalet. Representa al sant guarint als malalts de pesta.
Les festes del poble es van començar a celebrar al voltant del seu dia, el 16 d'agost, i es va encarregar un retaule dedicat al sant per l'església parroquial.[iii]
 

Les epidèmies de pesta van deixar d'assolar Europa Occidental a partir de la dècada de 1720, tot i que va reaparèixer de vegades, ja en parlarem....  La prosperitat del segle XVIII, les mesures de confinament i aïllament, com la construcció d'un llatzeret l'any 1721, etc, van contribuir a que en aquella època hi haguessin poques epidèmies. 

Un montepio de l'Hospitalet del s. XIX es va dedicar a Sant Roc, encara recordat com "libertador de la peste".

El segle XIX. El còlera
El creixement urbà de Barcelona i la colonització del Delta del Llobregat van provocar una altra onada de malalties infeccioses, que tenien com a vehicle de transmissió l'aigua bruta. Els protagonistes de la nova època van ser el paludisme i el còlera. El metge local Josep Faura, va escriure el 1844:
“Las enfermedades mas comunes que se observan y que pueden llamarse endémicas son el colera-morbo, que regularmente aparece en mayo y remite en noviembre, y las calenturas intermitentes que se manifiestan á ultimos de agosto y desaparecen á mediados de enero (...), cuales enfermedades se combaten felizmente por los metodos regulares.”[iv]
Parlem primer del còlera. Durant el segle XIX es van produir quatre veritables pandèmies d'aquesta malaltia que afectaren diversos continents. La primera va arribar a l’Hospitalet el 1834. No tenim dades del seu impacte, però [v].

Horrible matanza de los jesuitas en la Iglesia de San Isidro de Madrid. Les epidèmies eren atribuïdes a enverinaments de pous i fonts. El col·lectiu jueu fou acusat de la pesta medieval. De l'epidèmia de còlera de 1834, a Madrid, foren acusats els frares, i es van produir atacs a diversos convents.

De la segona, tenim dades indirectes. Sabem que en el 3r trimestre de 1854 es van produir 170 defuncions, mentre que en el mateix període de 1855, 1856 i 1857 la mitjana de defuncions fou 23. Les dades del 4t trimestre de 1854 i 1855 són 31 i 16 morts, respectivament[vi]. Per tant, podem quantificar les morts provocades a l'Hospitalet per l'epidèmia de 1854 en unes 162 persones (un 5% de la població). El que sí sabem és que fou especialment greu entre el 10 d'agost i el 10 de setembre[vii]. Segurament fou l'epidèmia més greu dels darrers segles.

De l'epidèmia de 1865 sí que tenim dades: 250 afectats (un 7,5 % de la població), 80 greus i 27 morts (un 0,8 % de la població)[viii]. La de l'any 1885 s'estengué entre el 30 d'agost i el 7 d'octubre i provocà la mort de 3 persones[ix]. L'actuació de la Junta Municipal de Sanitat segurament va influir positivament en la baixa morbiditat d'aquella epidèmia al poble[x].

El paludisme

El paludisme (o malària) era endèmic al Delta del Llobregat. La malaltia s’encomana a partir de la picadura d’un mosquit, per la qual cosa les aigües estancades, abundants en aquesta zona, afavorien la seva difusió. La malura era coneguda popularment com “les febres intermitents”, “les tercianes”, etc. 

Hi va haver una epidèmia l'any 1812, un moment ben catastròfic de la nostra història, després d'una mala collita de cereals l'estiu anterior i amb l'Hospitalet a la línia del front entre l'exèrcit francès i els guerrillers de la comarca durant la Guerra del Francès.

La relació entre les basses i el paludisme era coneguda. Per aquesta raó es va prohibir el conreu d’arròs al Delta l’any 1852. Entre novembre de 1868 i gener de 1869 es parla d’una “epidemia de fiebres, causada por el agua estancada[xi].

A partir de 1886 va haver una epidèmia de paludisme molt greu al Baix Llobregat. Llavors, les autoritats sanitàries van fer el 1889 un “Dictamen sobre el Saneamiento de Castelldefels y Llano del Llobregat”[xii]. En ell es feia un repàs a la situació d’alguns pobles:

- Viladecans: Entre 1800 i 1888 s’havien produït 2.404 naixements i 3.097 morts. A l’estiu, 1/4 de la població patia paludisme, especialment els que vivien a la carretera.

- Gavà: Entre 1800 i 1888 s’havien produït 4.417 naixements i 4.094 morts. El paludisme era poc freqüent. Entre 1870 i 1887 havien mort 67 persones per “fiebres intermitentes”.

- Castelldefels: “Situación lamentabilísima”; l’any 1760 tenia 122 veïns i el 1887 tenia només 55 veïns. De 1750 a 1799 la població es va renovar dues vegades, i entre 1800 i 1888 quatre vegades. Gairebé en tots els anys, les defuncions havien superat en 10 o 12 als naixements. El 1875, dels 211 habitants, 198 van patir la malaltia i van morir 19.

- El Prat: Cada any, el paludisme afecta 1/5 part de la seva població, especialment les masies de la Marina, i s’han arribat a donar unes febres que maten en 3 o 4 dies.

Un reportatge a Catalunya Gràfica, el març de 1923, tractava del problema del paludisme a El Prat, i la seva relació amb el conreu d'arròs.
Sembla que a l’Hospitalet no afectava tan durament, i no s’inclou dins d’aquest informe. Tanmateix, en un altre informe de 1894 sí es parla de l’Hospitalet i veiem com el paludisme, tot i no ser catastròfic, continuava sent endèmic:
Durante el último quinquenio no se ha registrado ninguna epidemia, habiendo sido las enfermedades mas comunes, el reumatismo general agudo y crónico y en el otoño, las fiebres intermitentes ó paludismo.” [xiii]
Altres malalties

A més del còlera i el paludisme, d’altres malalties infeccioses feien aparicions esporàdiques. La febre groga va arribar a Barcelona el 1821 i molta gent va fugir de la ciutat i es va instal·lar en barraques a pobles de les rodalies, com ara Sants. Aquesta malaltia vírica va tornar l’estiu de 1870. No sabem si va afectar l’Hospitalet.
 
Un episodio de la fiebre amarilla en Buenos Aires (1871), una pintura de Juan Manuel Blanes, ara al Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo. Aquesta pintura és considerada gairebé una fotografia de l'epidèmia que va matar al voltant del 8% de la població de la capital argentina, la majoria immigrants italians i espanyols. La febre groga havia afectat Buenos Aires, amb menys virulència, els anys 1852, 1858 i 1870. Veiem que les pandemies mundials eren habituals durant el segle XIX.

El metge Josep Faura va descriure extensament dues epidèmies a l'Hospitalet: una de tos ferina l'any 1834 i una altra de tifus els anys 1842 i 1843; aquesta darrera malaltia s’hi havia manifestat esporàdicament des del 1836. Si les dades que proporciona són certes, en els nou mesos que va durar va afectar 1.216 persones (un 47% de la població!), de les que van morir 75 (un 3% de la població).[xiv]

Les dues publicacions conegudes de Josep Faura

La tardor de 1867 van donar-se a l’Hospitalet 30 casos de verola. Recordem que pel tractament d’aquesta malaltia s’havia desenvolupat la primera vacuna. De fet, la documentació local parla de que s’havien fet 109 “inoculacions”[xv]. Una altra es va produir entre desembre de 1887 i gener de 1888, amb 27 afectats i 4 morts[xvi].

Un interessant document ens diu que entre l’1 de juliol de 1877 al 30 de juny de 1878, es van produir a l’Hospitalet 108 defuncions. Les seves causes: 1 per paludisme, 47 per altres malalties infeccioses, 12 per tisi i 26 per d’altres malalties[xviii]. Quines són aquestes altres malalties infeccioses? Un altre document de juny de 1898 ens informa que només en aquell mes havien hagut 5 malats de diftèria (dels que van morir 2) i 5 malalts d’escarlatina (dels que va morir 1)[xix].

Per tant, en un any “normal”, sense epidèmies, més de la meitat de les morts eren provocades per malalties infeccioses. Atenció a la tisi, la tuberculosi, una malaltia que no generava epidèmies però era de les més constants i mortals. Molts estudis afirmen que fou la principal causa de mortalitat a la Europa del segle XIX.
Retrat de Robert Koch, qui va descobrir el bacteri causant de la tuberculosi. L'any 1890, una revista d'informació general, La Ilustració catalana, publicà diversos articles seus amb els que divulgava el tractament contra aquesta malaltia. Font: La Il. cat. 15-12-1890

Segons m’expliquen els meus pares, a mitjan segle XX, als pobles d’Andalusia la tuberculosi era esmentada com “la enfermedad”, sense més. Ha estat qualificada de “pesta blanca”. D’altres testimonis em parlen del rebuig social que patien les persones que sobrevivien a la tisi.

Segell de correus de 1953, dedicat a la "Campaña Nacional Antituberculosa". Fins la dècada de 1950 aquesta malaltia va afectar terriblement la població del país. Al segell podem veure la Creu de Lorena, símbol internacional de la lluita contra aquesta malaltia.

El segle XX

El segle XX va començar amb una epidèmia de verola l’any 1901. Si comparem els morts a l'Hospitalet de 1901 amb els de 1902, la verola va matar una vintena de persones. I en 1903 es va produir un "número alarmante de infecciones tifoideas"[xvii].

Les malalties infeccioses continuaven sent presents i mortals, encara que les epidèmies eren cada vegada més infreqüents i menys mortals. La xarxa d’abastiment d’aigua potable i de clavegueres va millorar l'estat higiènic de la població. Aquest factor i, potser, les vacunes del Dr. Ferran van fer que l'epidèmia de còlera de 1911 no tingués gaire incidència a Catalunya. Potser el lloc on va ser més greu va ser El Vendrell, d'on procedien dues persones que van manifestar els símptomes quan eren a l'Hospitalet (La Mañana, 9-9-1911, pàg. 1).

Tot i això, encara es van produir algunes de molt importants.
Destaca, per sobre de totes, la grip de 1918, un pandèmia mundial. Si comparem les morts a l’Hospitalet de 1918, 379, amb les dels anys anterior i posterior, en els dos casos 249, podem concloure que les morts provocades per la grip serien unes 130, un 1,2% de la població.[xx]

Com podem veure, en el primer terç del segle XX, la tuberculosi era la malaltia infecciosa més mortífera. També podem veure l'impacte de l'epidèmia de grip. Compte amb la pneumònia (la pulmonia), una malaltia del sistema respiratori, com la tuberculosi.

Insistim en la importància del subministrament d’aigua potable i la recollida d’aigües residuals en la millora de la salut pública. La filtració d’aigües residuals en els aqüífers d’on encara s’extreia l’aigua per beure en pous va provocar alguns brots de febre tifoidea al Centre (1928), Les Planes i Sant Josep (ambdues el 1935). En total van ser 23 afectats, dels que van morir 6 persones. Una breu epidèmia a Barcelona, l'any 1914, no va afectar l'Hospitalet perquè procedia d'una filtració s'una latrina a la conducció d'aigua a la Dreta de l'Eixample.[xxi]
 
El que sí va afectar durant els anys 1912 al 1914 va ser el tifus. Segons informava La Vanguardia del 23 de novembre del 1914: 
Cumpliendo órdenes del gobernador civil el inspector de sanidad doctor Trallero efectuó ayer una visita de inspección al vecino pueblo de Hospitalet de Llobregat, con objeto de comprobar una denuncia sobre el estado sanitario de aquella población. Los informes adquiridos resultan satisfactorios ya que aunque han ocurrido algunos casos de la epidemia reinante, la mayoría de ellos han sido debidos á infecciones contraídas en Barcelona, no á focos existentes en la localidad. En total han ocurrido tres defunciones y todas ellas de individuos procedentes de esta capital. Según datos estadísticos que obran en aquel ayuntamiento, en los años 1912-13-14, del primero de octubre á la fecha hubo respectivamente en dicho pueblo 32, 22 y 24 casos de tifus. En la actualidad existen 24 y de ellos 20 procedentes de Barcelona

La bomba sanitària va esclatar el 27 d’agost de 1931. El ministre de la Governació comunicà, a Madrid, que a l’Hospitalet s’havien declarat cinc casos de pesta, amb tres defuncions. Més tard, el total d’afectats pujà a onze. L’anunci es va fer quan semblava que el brot havia estat controlat, i de seguida es va relacionar la seva existència amb els sitials dels escombriaires de Collblanc-Torrassa i Santa Eulàlia

Dos diaris de Madrid, La Voz, del 27 d'agost de 1931 i Ahora, del 28 d'agost de 1931.




El governador civil va visitar l’Hospitalet el 18 de setembre i va manifestar que “está dispuesto a que desaparezcan los lugares de infección que ha visto y no se explica cómo la gente puede vivir en un sitio en que se crían hasta 11.000 cerdos y hay un olor insoportable.”[xxii]

La misèria dels primers anys de la posguerra va provocar que apareguessin a l’Hospitalet brots de verola, febre tifoidea, xarampió i va arribar-hi una epidèmia de tifus exantemàtic al voltant de 1942[xxiii]. Aquesta darrera, fou coneguda popularment com “el piojo verde”, perquè la malaltia es contreia per les picadures dels polls.

Ban de l'Ajuntament de 1940. Obtingut d'una gran exposició sobre la sanitat local de l'Arxiu Municipal de l'Hospitalet de Llobregat (AMHL) que es pot consultar en línia.
 
Pel tractament dels afectats del “piojo verde”es va construir un edifici, que més tard es va reformar i dedicar a escola de formació professional, que avui coneixem com Institut Llobregat. No sabem com va afectar a la ciutat l'epidèmia de grip asiàtica de 1957.

La darrera pandèmia de còlera que afectà Europa també va arribar a Espanya, tot i que el règim franquista ho va intentar amagar. Era l’any 1971 i es va portar a terme una campanya de vacunació. I aquí intervenen els meus records personals: ens van portar a l’Hospital de la Creu Roja i ens van vacunar als nens i a les nenes. 

Campanya de vacunació contra la poliomelitis, tos ferina, diftèria i tètanus, portada a terme a l'Hospitalet la primavera de 1967.

La SIDA va ser la darrera malaltia infecciosa que ens va colpejar durant el segle XX. L’any 1996 es creava a l’Ajuntament una Comissió Tècnica, que informava que a la ciutat n’hi havia 347 afectats a la ciutat[xxiv]. El desembre de 2000, 571 persones havien desenvolupat la malaltia, de les quals 339 havien mort.[xxv]

Reflexions finals

En definitiva, les grans epidèmies de segles anteriors que provocaven mortalitats catastròfiques ja només són als llibres d’història. Les infraestructures relacionades amb el cicle de l’aigua, els coneixements i tractaments mèdics, els hàbits higiènics, etc. ho han aconseguit en aquesta part del món.

Això no treu que no hàgim de tenir consciència de la seva existència, i que no hem de baixar la guàrdia: l’abús dels antibiòtics provoca bacteris més perillosos; el canvi climàtic estén l’àrea d’influència de microorganismes patògens; apareixen nous virus... 

Si abans les aigües brutes i les escombraries eren els vehicles dels principals problemes de salut pública, en el segle XXI sembla que els problemes vindran per l’aire brut, per la contaminació atmosfèrica.

Ens costa, però, prendre consciència del perill que representen els fums per la nostra salut. Abans, les epidèmies eren catastròfiques i generaven un impacte brutal. Ara, els càncers, malalties respiratòries, al·lèrgies, etc... són dispersos i hem normalitzat la seva existència. Comencem a prendre mesures per no embrutar tant l’aire de la ciutat. Massa tard?

Ens hem de felicitar per les victòries obtingudes, però cal estar amatents.


ANNEX DEL 14 DE JUNY DE 2020


Ara fa dos anys i mig escrivia:
En definitiva, les grans epidèmies de segles anteriors que provocaven mortalitats catastròfiques ja només són als llibres d’història. (...) Això no treu que no hàgim de tenir consciència de la seva existència, i que no hem de baixar la guàrdia: (...) apareixen nous virus... “

En una intervenció al programa Veïns de la Televisió de l'Hospitalet deia que les grans epidèmies actuals no eren les provocades pels microorganismes... Doncs sembla evident que no em guanyaré la vida com endeví. 

Bé, és cert que la COVID-19 no ha provocat una mortalitat catastròfica, sobretot gràcies a les mesures contundents de confinament, entre d’altres, però ha estat una pandèmia que ens ha afectat molt durament; i encara no sabem si ens tornarà a colpejar.
 
L’adreça per tenir dades de Catalunya és http://aquas.gencat.cat/ca/actualitat/ultimes-dades-coronavirus

Segons les dades del 14 de juny, la taxa crua de positius per cada 10.000 habitants a l’Hospitalet és de 115,24, de les més altes de l’àmbit metropolità. Ens superen Sant Boi (133), Sant Adrià (125) i Cornellà (116). 

A Catalunya, n’hi ha ciutats amb molta més afectació, com Igualada (174), Olot (156) o Girona (133). Les taxes també són semblants a les de l’àrea metropolitana de Madrid

Les dades de mortalitat que tenim són comarcals, i la del Barcelonès és de 22,74 morts per cada 10.000 h, comparable a la d’Osona (23), Moianès (21) i per sota d’Anoia (42) i Bàges (30). 

En qualsevol cas, la mortalitat real només la sabrem quan puguem comparar  la quantitat de morts del primer semestre de 2020 amb els anys anteriors. 

Les àrees bàsiques de salut (ABS) de l’Hospitalet  més afectades són Collblanc i Can Serra (128) les dues de Santa Eulàlia (125 i 127) i Centre-Sanfeliu i Sant Josep (115).

La resta de barris és per sota de la mitjana local: La Florida – 113, La Torrassa – 111, Les Planes – 110, Bellvitge – 102, Pubilla Casas -  92, Gornal i Granvia Sud – 87.

Són unes diferències prou petites com perquè puguem pensar que l’atzar hagués tingut una certa influència. Tanmateix, la desviació de la mitjana d’alguns barris sí que demana un estudi més profund, i caldrà veure si els factors que afavoreixen l’expansió de la pandèmia són l’edat de la població, la renda, la densitat, la proximitat amb Barcelona o un altre focus...





[i] BATLLE, Carme. L’expansió baixmedieval, Barcelona, Edicions 62, 1988, pàg. 252; DURAN, Eulàlia i CAHNER, Max. “La fi de l’Edat Mitjana i el Renaixement” dins DD.AA. Història de Barcelona, Barcelona, Aedos, 1975, pàg. 419 i 449;  SOBREQUÉS, Jaume. Història de Barcelona, Barcelona, Rosa dels vents, 2008, pàg. 121; LARIOS, Agustí G. Les festes majors a l’Hospitalet. Barris Centre i Sant Josep, l’Hospitalet, Centre d’Estudis de l’Hospitalet, 1999, pàg. 16.

[ii] CODINA, Jaume. Els pagesos de Provençana, 1987, vol. II,

[iii] DÍAZ, Roberto. “El retaule de Sant Roc” a Quaderns d’Estudi, núm. 21, 2009, Centre d’Estudis de l’Hospitalet

[iv] FAURA, José. Memoria del tifo epidémico observado en el pueblo del Hospitalet (…), Barcelona, 1846.

[v] Arxiu Municipal de l'Hospitalet de Llobregat (AMLH) “Correspondència 1838”

[vi] AMHL “Correspondència 1854”, “Id. 1855”, “Id. 1856” i “Id. 1857”

[vii] AMHL “Correspondència 1855”

[viii] AMHL “Sanitat. Juntes 1834-1920”

[ix] AMHL “Correspondència 1884-1885” i  SALMERON Inocencio, Xipreret núm. 76, setembre 1986

[x] CARANDELL, Miquel. 75 anys de Salut Pública a l’Hospitalet de Llobregat (1875-1950) http://www.museul-h.cat/detallCataleg.aspx?1P0qAstpn0GtetzlLSPOfRFyNrz5IALgaWHZ4wteiSlkqazB

[xi] AMHL “Correspondència 1869”

[xii][xii] Arxiu de la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya “Lligall 70”; el Dictamen fou recollit per la premsa de l’època, com ara L’Art del Pagés. Revista Agrícola Setmanal, any XIII, núm. 366, 9 de març de 1889

[xiii] Memoria sobre el estado higiénico de los Pueblos mas importantes del distrito de San Feliu de Llobregat AHCSFL Caixa 574

[xiv] FAURA, op. cit. pàg. 19

[xv] AMHL “Sanitat. Juntes 1834-1920”

[xvi] AMHL “Correspondència 1888-1889”

[xvii] AMHL “Correspondència 1900-1901” i "Correspondència 1902-1903".

[xviii] AMHL “Sanitat. Juntes 1834-1920”

[xix] AMHL “Sanitat. Juntes 1834-1920”

[xx] CAMÓS, Joan. L’Hospitalet la historia de tots nosaltres 1930-1936, Barcelona, Diputació de Barcelona, 1986, pàg. 130.

[xxi] CARANDELL, op. cit. pàg. 56 i 57 i DE RAMON, Jaume. Subministrament d'aigua i tifus a Barcelona (1914-1915), Barcelona, Rafael Dalmau Editor, 1996.

[xxii] La Libertad, 19-09-1931, pàg. 2

[xxiii] CARANDELL. op. cit. pàg. 88 i 89.

[xxiv] http://lhdigital.cat/c/document_library/get_file?uuid=d4e80f84-993e-4700-84c5-cf7849e53035&groupId=10919


[xxv] http://lhdigital.cat/web/digital-h/noticia/diari/-/journal_content/56_INSTANCE_43Th/11023/258557